domingo, 18 de marzo de 2012

Ese momento...

Y cuando ya todo pierde sentido, ¿qué? Ya ni el amor, ni la satisfacción de un trabajo bien hecho, ni el disfrute del tiempo con buenos amigos y amigas, ni la oportunidad de compartir con la familia, ni la ilusión de los sueños de un futuro por cumplir, ni el deseo de continuar… Cuando todo se ha perdido y ya nada queda, hacia dónde dirigir la vida… 


Ya no sé a dónde ir ni qué hacer, quiero sonreír pero ya no me quedan fuerzas, quiero seguir y compartir pero me siento vacía. Ando por la vida como un zombie, sin un norte, sin una ilusión, sin un motivo… ¿De qué sirve vivir así? No sé ni siquiera lo que necesito, porque me he quedado vacía, no queda nada en mí, ni amor, ni ilusión, sólo un poco de rabia, dolor y soledad, pero tan sólo un poco… Porque en mi interior sólo siento una gran burbuja hueca que crece cada vez más y saca de mí todo, bueno y malo, pero como lo malo es más denso, tarda más para salir, y por eso sólo eso me queda… 


Estoy cansada, hoy me rindo, hoy me doy por vencida y quiero entregártelo todo Señor, todo de lo poco que me queda. No sé si la actitud con la que te lo entrego es positiva, porque lo estoy haciendo con un desinterés tal, con un desgane, como si de verdad no me importara lo que fuese a pasar después de entonces… Pero te lo entrego porque sé que eres el único capaz de ser feliz con tan insignificante regalo. Ya no tengo ganas ni de pedirte por todo lo que antes te pedía, como esperando acomodar tu voluntad a mis deseos, y es que ya no tengo ningún deseo, más que el que esto acabe pronto, que acabe todo y pueda estar contigo cuanto antes, ojalá tenga un ladito ahí junto a ti, donde reina la paz, donde no hay dolor, donde no hay soledad, porque tu presencia y amor lo llena todo, es ahí donde quiero estar, dame la oportunidad Señor de hacer ahora todo lo necesario para estar contigo por la eternidad, ese es mi único anhelo. 

sábado, 23 de julio de 2011

ღ Aprendiendo a amarte ღ

Después de vivir, sufrir y padecer experiencias que pretendían llenar mi corazón de sentimientos cercanos al amor, que dejaron imborrables huellas en mi vida, llegaste tú…

Nunca imaginé el lugar que ocuparías en mi vida, incluso después de tu mucho insistir y con mi enorme temor, te presté un ladito… Y sin darme cuenta, aunque ya con mi consentimiento, lo has ocupado ¡TODO!

Hemos vivido un viaje hermoso, con turbulencias y baches que han marcado nuestra travesía, pero que definitivamente nos han madurado y han hecho de lo nuestro una aventura que hasta hace poco me estoy dando la oportunidad de disfrutar, sin miedos, sin inseguridades, con entrega y con ganas de vivir contigo en esta experiencia por siempre.

Cada vez que puedo, cada vez que te pienso, te siento, te tengo o te despido, doy gracias a Dios por ti, porque aunque muchas veces pensé que no te merecía, en sus planes para mí siempre estabas tú, como dice la canción, mi amor, mi buen amor, mi delirio

Te pienso y siento que mi corazón ha encontrado refugio en tu corazón y es el lugar donde quiero permanecer si Dios así lo dispone. Me impulsas a seguir, me motivas a luchar, continúo sin descanso porque tú estás. El saber que cuento contigo es un motivo para continuar, porque sueño con nuestra vida juntos, porque quiero regalarte muchos momentitos lindos, porque ya no quiero despedirme de ti en las noches y quiero despertarte con un beso en las mañanas, con la bendición de Dios.

Los años junto a ti me han enseñado que por difícil que pueda ser el camino, es más sencillo al saber que estás, que te amo y que con paciencia alcanzaremos todo lo que juntos deseamos. Toma mi mano, siente mi vida, comparte mis sueños y las ganas que tengo de realizarlos contigo, porque sin saber siquiera quien eras, sin saber siquiera que existías, ahí estabas, esperando por mí, mientras sin conocerte, te guardé todo este amor que hoy te ofrezco, sin intereses y con total garantía porque viene de Dios.

¡Te amo! Y quiero regalarte y regalarme muchos años más junto a ti… Ahora te toca a ti darme permiso… ¿Aceptas??

martes, 28 de junio de 2011

Algún día cuando te perdone

Difícil tarea la que me he puesto, la de sacar tus pertenencias de este corazón del que alguna vez fuiste inquilino, pero de donde saliste por propia voluntad, apurado por ocupar un nuevo lugar.

Sin excusas, sin razones ni motivos, sin tan siquiera un adiós, emprendiste nuevos rumbos pero tan cerca de mí que aún podía sentir tu andar, oler tu perfume, ese que te dí, sufrir tu cercanía tan distante e incluso morir al verte hacer con ellas lo que un día hiciste conmigo… Viví y morí cada instante donde para ti signifiqué menos que nada y donde no merecí tan siquiera el respeto que se guarda hasta al más intrascendente ser al morir, porque no solo morí para ti, sino que morí en y para mí.

Y aún en mi novenario, mientras me resistía a creer que eras ese monstruo que después de atrapar y acorralar a su presa, se divierte con ella, justo entonces, como si te implorara una reivindicación de mi ser, te ofrecí mi perdón y mis disculpas, pensando inocentemente que dentro de ti existía tan siquiera un poquito de esa dulzura infantil en la cual un funesto día puse mi confianza, pero nuevamente, sólo lo soñé.

Pero quisiera que no pasara mucho tiempo cuando por fin pueda decirte que no en vano cruzaste por mis senderos, ofreciéndome un préstamo de un sustituto de amor, que aunque con altos muy altos intereses, pudo suplir eficazmente mis necesidades en ese breve instante. Y sí, aunque todavía hoy estoy depositándote los pagos de los intereses, hoy decido saldar por completo esta deuda que más que contigo, hice conmigo y por la que termino con frecuencia descuadrando el capital que he acumulado para mi mejor inversión.

Los términos de pago serán los siguientes:
û       Abono a los intereses las humillaciones, desplantes, menosprecios, mentiras, abandono, engaños y sobornos que me diste… saldarán muy bien gran parte de los intereses porque son aspectos no afectados por la inflación, siguen igual de devaluados que cuando me los diste.
û       Me quedo con los pocos momentos lindos que vivimos, que son todos los que compartimos antes de pretender ser algo… Ellos compensarán las pérdidas que las letras pequeñas de tu contrato trajeron a mi vida.
û       Abono además las escenas de tu larga lista de pasadas, actuales y futuras de deudoras, que viví en primera fila y con las cuales revivía una y otra vez la triste historia que junto a ti compartí.
û       Y para saldar la deuda, te propongo la escena que siempre desee que protagonizaras para mí, donde tú realmente arrepentido, con o sin amor por mí, ponías tu voz a esa palabra que aunque te quede grande, llena perfectamente el vacío que ocupó mi vida por tantos años: Por favor, perdóname. Y ahora imaginando que lo has dicho y te has ido, descanso, me libero y te dejo ir, o hasta te empujo para que te vayas más rápido, porque un nuevo inquilino se interesa en lo que tengo para ofrecer y superando mis expectativas, anhela ser propietario, por lo que merece un espacio limpio y renovado… Merezco lo mejor que me puedo dar, seré mi mejor propietaria…

viernes, 24 de junio de 2011

Y sin darme cuenta, te inventé













Hoy es uno de esos días en los que emprendo viajes fantásticos hacia ideales nunca vividos aunque siempre soñados, de los cuales mantengo la profunda certeza en su imposibilidad…  

No sé por qué estando tan clara de que sólo existes en mi ilusa y masoquista mente, ahí sigues, rondando mis pensamientos, reviviendo sentimientos a los que diste vida sin siquiera saberlo y causándome una confusión que suele dejarme absorta en los momentos en que mas lúcida quisiera estar.   

Y me empeño en recordarte, en buscarte sin siquiera ser tú el protagonista de mis delirios, porque al encontrarte confirmo con mal sabor que no te amo, que he puesto tu nombre, tu cara y tu cuerpo a un ser que no existe y del cual he enamorado. Me lo confirma tu trato, que aunque protector e interesado en mi bienestar, es frío, hostil y cauto cuando anhelo calor, cariño y desborde de emociones en cada sílaba que salga de tus labios, pero nada de eso me das, y termino así aún más confundida de lo que ya estoy tan sólo al buscarte, y como queriendo protegerme de la impresión que esto me produce, rápidamente huyo de esos funestos encuentros con una realidad contradictoria con mi ilusión, para entonces lejos de tu verdadero tú, volver a entretejer motivos para amarte aun sin ser tú.

Empiezo a recordar momentos… les doy matices que quizás nunca tuvieron, pero que me convenzo de haber vivido, aunque sola… como deseando hacerlos verdad aún en el pasado y así crear un posible o aunque sea frágil presente… y sin querer me aferro a esa ilusión una y otra y otra vez.

Me conformo con que ojalá algún día pudieses ser tan sólo espectador de estas series que se reproducen dentro de mí, porque sé que protagonista nunca has sido. Te he asignado un papel que a duras penas y sin intención has desempeñado, pero sólo en este mundo irreal que he creado y al que cuando trate de invitarte de manera real, con pocas palabras y con menos emoción y explicación, te negaste siquiera a visitar. Por lo que hoy no sirve de nada que permanezca en él, con un ser que no existe, con sentimientos de aire, aunque con un dolor tan real que lastima y que hiere a este pobre corazón que sólo es víctima de esta malograda ilusión.

Me despido de ti aún sin ser tú a quien realmente digo adiós, y hoy quiero hacerlo bien, para de una vez y por todas dar real sepultura a algo que nunca fue real, a tantos recuerdos mitad vividos mitad soñados, lo cuales no distingo claramente y por eso prefiero enterrarlos todos juntos, por temor a  que en un descuido te quedes tú sin ser tú aquí, en mí. Y aunque eso signifique borrar parte de ti en mí, prefiero correr el riesgo y darme la oportunidad de conocerte a ti, realmente a ti de nuevo o por primera vez, no lo sé...